Cuando le dije a mi mamá que los 24 de Marzo me ponía triste ella no pudo entenderme, no entendia como con 17 años sufriá por algo que no viví, pero le puedo decir que siento el dolor de esa gente como si yo ubiera estado ahi, siento el dolor de la gente que quedo sin familia, de las madres que tubieron que vivir y morir con el dolor en sus hombros de no saber donde están sus hijos, si viven si murierón, de las abuelas que no solo perdieron los hijos sino los nietos, pero tambien soy conciente de las que aprovechan de situaciones tan tragicas como estás.
Siempre que trabajamos en el colegio con este tema, salta mi irá hacia la Señora Stela de Carlotto, respeto su dolor porque debe existir tal dolor, pero no respeto sus acciones en YPF, no respeto sus viajes a París en busca de nada, no respeto que ella saque provecho de esas situaciones.
Cuando era muy chica acompañe a mi tía abuela a la capital y vi a muchas señoras con pañuelos blancos en el cabello, luchando por algo en común por : un NUNCA MÁS , porque no EXISTA UN OLVIDO y que se haga JUSTICIA, eso personalmente me habia movilizado millones de cosas, que era lo que pedian? quienes eran?
ese día llegue a lo de mi abuela y le pregunte quienes eran y ella con lagrimas en los ojos me dijo:
Algo que NUNCA MÁS se tiene que repetir un genocidio increible, 30000 muertes inocente, millones de desaparecido, eso hijita no se tiene que repetir realmente nunca más.
Y ahi fue cuando entendi, la maldad que tenia esa gente en las venas, cuando le pregunte a mi abuelita quien habia hecho eso, ella me contesto Videla, al pasar los años me entere que videla tenia prision domiciliaria y que estaba viejisimo pero vivo, me enojé y dije: ¨a ese lo tienen que matar, mato a mucha gente¨ pero ahora más grande razono y digo, NO, para que lo van a matar si el ya está muerto en vida, el seguramente sufre por todo lo que hizo y lo que la sociedad le está haciendo. Yo personalmente digo que el está pagando pero hay que ver la realidad.
Hoy pienso y digo gracias a Dios vivo en un país con derecho a elegir quien quiero ser, un país que mi voz vale, un país donde tengo un lugar, un país democratico y a su vez pienso que si yo huebiera vivido en esa época hubieramos sido 30.001.
Despidiendome de este razonamiento digo: NO al olvido, NO al perdón, SI a la justicia y un NUNCA MÁS.